PRÓLOGO DEL DR. ALBERTO GONZÁLEZ ARZAC

 

El  Dr. Facundo Alberto Biagosch es un erudito autor de difundidas obras jurídicas, algunas de las cuales he tenido el honor de prologar. Pero también es un amante de la Historia argentina, sobre la que inicia en este libro una nueva temática de su producción intelectual.

No disimula el autor su condición política peronista, denotando la influencia de uno de los autores clásicos predilectos de Juan Domingo Perón: el historiador y moralista griego Plutarco, que vivió en la primer centuria de la era cristiana y escribió “Vidas Paralelas”, obra donde sumó sus conocimientos históricos con principios morales, haciendo el paralelismo entre célebres personajes de la historia antigua griega con otros de la historia romana, realizando comparaciones que sugieren verdaderas enseñanzas morales.

Los peronistas como Biagosch, hemos seguido a menudo la huella del Conductor, utilizando paralelismos semejantes para explicar fenómenos históricos argentinos. Así es como recuerda Biagosch en este libro que en 1955 mi amigo Alejandro Olmos, discutiendo con algunos nacionalistas prontos a sumarse al golpe de estado contra Perón, les dijo: “Ustedes están equivocados. Esto es un nuevo Caseros”, haciendo un paralelismo entre Urquiza y Lonardi.

Hasta los propios golpistas que derrocaron por entonces a Perón coincidieron en el parangón, proclamado a Caseros como modelo.

Y mi otro amigo y escritor Fermín Chávez retrucó a los antiperonistas de entonces, argumentando que si Caseros era el antecedente de la autodenominada “revolución libertadora”, la línea histórica del pensamiento nacional era Rosas-Perón.

Ese paralelismo ya ha quedado consagrado en las convicciones populares argentinas y Biagosch la retoma en “Ignominias Paralelas” dando nuevos enfoques de las cuestiones relacionadas, que aborda desde una perspectiva moral interesante, entendida como afrenta colectiva contra la comunidad en su conjunto.

En torno a ello realiza el autor disquisiciones dignas de ser leídas, interpretando diversas circunstancias a través de su concepción ética. Con idioma claro y comprensible para todos, conocimientos históricos y razonamientos rigurosos que le son propios, Biagosch edifica el resto de la obra, que es atrayente y recomendable.

Alberto González Arzac
Presidente del Instituto Nacional de
Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.